Al ser una labor centrada mayoritariamente en la práctica, el fotoperiodismo tiene aspectos de entrenamiento y preparación que son necesarios para su ejecución. Saliendo de la visión reduccionista de que es solamente ‘oprimir un botón’ se puede encontrar un mundo de destreza y trabajo.
Imágen tomada de Pixabay
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Esta preparación incluye tener que meterse en profundidad en la teoría fotográfica y lo complejo de contar historias con imágenes, sin mencionar la necesidad de dominar los aspectos técnicos de las cámaras que utilizan. Por lo que en esta sección del especial se explorará la relación entre este pilar de la profesión y la importancia que tiene para el mundo de la reportería gráfica.
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Es importante notar que la diversidad que se ve en el fotoperiodismo no solo tiene que ver con las imágenes que se capturan, sino con los caminos que se toman para terminar en esta línea laboral. No todas las personas que se dedican a los ámbitos periodísticos provienen de trasfondos universitarios o académicos, por lo que también existe el hito del periodista empírico que aprende algo todos los días en campo.
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Asimismo, muchos profesionales han definido su trayectoria desde backgrounds alejados al oficio, lo que les ha dado perspectivas innovadoras que reflejan sus experiencias de manera personal. En varios casos, las escuelas que enseñan periodismo se centran en el entrenamiento audiovisual, dando campo para que las personas adapten su trayectoria al camino que decidan tomar. Sin embargo, cabe resaltar que este aprendizaje no suele pasar de una o dos materias en pénsums de estudio, dejando a quienes quisieran meterse de lleno en este enfoque con un vacío que tienen que complementar de manera personal.
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Al sumergirse en la literatura sobre fotoperiodismo, se encuentra una idea base del reportero clásico, alguien que sigue las enseñanzas de escuelas tradicionales impuestas hace varios años. Es así que se tienden a seguir los parámetros y referentes que definieron cómo sería vista la labor a día de hoy. Dentro de lo que se ha escrito, es común que se ofrezcan consejos, recomendaciones y listas detalladas de lo que se debe esperar de un ‘buen fotoreportero’.
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Se incluye dentro de estas que se tenga dominio de habilidades técnicas, conocimiento de los equipos que se manejan, una ética periodística definida, un buen manejo de fuentes y sobre todo, adherirse al manual de estilo que se maneje en la empresa donde ejercen. Además de tener estas bases en cuenta, es importante notar que la reportería gráfica evoluciona constantemente al igual que el periodismo, por lo que encontrar el balance entre las visiones tradicionales y las nuevas perspectivas constituye la cotidianidad de este oficio.
El fotoperiodismo actual se encuentra en un momento de inflexión, ya que existe un choque entre las personas que ejercen de manera empírica y quienes tienen un trasfondo teórico, viéndose envueltos con el periodismo 2.0 en la era digital. Esto ha generado una discusión entre profesionales, quienes ven una dicotomía entre los reporteros amateur o civiles que toman fotografías con sus teléfonos al estar en el momento de la noticia y los reporteros que han guiado su camino según prácticas del pasado.
Así se puede ver la evolución de esta labor, pues los avances tecnológicos influencian cómo se ejerce y las maneras en que se deben adaptar las personas para seguir en este campo. Transformando no solo la práctica sino la teoría conforme crecen los profesionales y su medio, aportando a que la reportería gráfica siga siendo de los trabajos más versátiles que hay en cualquier esfera.
Acá recae la importancia de la relación que existe entre la práctica del fotoperiodismo y su preparación, sin contar cada detalle que va detrás de su propia ejecución. Por lo que complementar los vacíos que se encuentran en su investigación desde el trabajo en campo y lo que se vive en este es primordial para crecer como profesional.
Al darle relevancia a todo el contexto que existe detrás de cada imágen que es publicada o compartida en medios, al igual que las experiencias individuales de cada persona tras la cámara se puede ver como combinan sus aprendizajes teóricos con conocimiento personal para hacer su trabajo. Lo que es un paso hacia adelante que ayudará a abrir camino para que se deje de subestimar la reportería gráfica y se entiendan un poco más sus complejidades.
Para entender la esencia de la preparación en la reportería gráfica, hablé con reporteros que vivieron en carne viva la práctica de la labor y que crearon sus propios rituales para su desarrollo:
Fotoperiodista destacado de la Casa Editorial El Tiempo hace más de 20 años y ganador del concurso del Centro Nacional de Memoria Histórica 2014.
@miltondiazfoto en instagram
Reportero gráfico y maestro reconocido por su trabajo en el periódico El Espectador por más de 30 años.
@francisco_carranza_r
Dentro de la exploración sobre cómo se puede preparar alguien para ejercer la fotoreportería se ven nuevos campos de investigación, pues al tener dominio sobre los aspectos técnicos y académicos, lo que define una foto de primera plana es una pizca de creatividad para hacer tomas ingeniosas y audacia para saltar a la acción.
Después de sumergirnos en el mundo de la reportería gráfica en este pilar de su realización, podemos ver que detalles que parecen inofensivos pueden tener un profundo impacto en los productos que se hacen.
¡Si quieres saber más de lo que existe detrás de la reportería gráfica no olvides visitar las otras secciones del especial!
Aquí puedes encontrar los diferentes aspectos que conforman la fotoreportería en Colombia:
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